Blog
Si al buscar empleo hemos logrado convencer a una empresa que reunimos los requisitos necesarios para ocupar el cargo que está ofertando, es posible que nos haga entrega de una carta de oferta con su propuesta laboral.
No obstante, existe la posibilidad de recibir una contraoferta por parte de nuestra actual empresa. Es ahí, donde debemos preguntarnos qué aspectos debemos considerar para tomar la mejor decisión.
Esta es una estrategia cada vez más popular para fidelizarnos en nuestro espacio laboral, pues tratan de incentivarnos financieramente para que nos quedemos en nuestro actual puesto de trabajo. Nos pueden ofrecer una contra oferta mínima o una propuesta que capte más nuestra atención.
Sin embargo, no siempre funciona, ya que aproximadamente el 39% de los profesionales que aceptan una contraoferta, en menos de un año, igualmente terminan abandonando sus puestos de trabajo.
Pese a ello, debemos saber manejar esta situación y entender bien cuáles son nuestras alternativas.
Para que exista una contraoferta, debe haber una carta oferta. Esta es un documento entregado por la empresa a la cual estamos postulando, con el propósito de darnos toda la información posible relacionada con el puesto.
En sí, es un compromiso, no legal, con el que se busca llegar a un acuerdo y negociar para nuestro futuro rol profesional.
Esta se nos entrega cuando la empresa a la cual postulamos determina que como candidatos nos encontramos aptos para ocupar el cargo al que estamos postulando, por tanto, pone por escrito su propuesta laboral que busca convencernos de integrarnos a su equipo de colaboradores.
La idea de la carta oferta es cerrar un acuerdo colaborativo entre ambas partes. Esta puede ser entregada por el área de RR. HH. o por una consultora asociada a la empresa.
Si una empresa nos presenta una carta de oferta significa que ahora somos nosotros quien tenemos la sartén por el mango, es decir, depende de nosotros cerrar el acuerdo laboral o no.
En este aspecto, debemos considerar que este documento detalla el rol y las condiciones del cargo (sueldo, funciones, entre otros). Asimismo, incluye los beneficios a los que tendremos acceso si aceptamos la oferta, como, por ejemplo, seguro médico, programas de capacitación, vacaciones y bonificaciones. Por esta razón, debemos analizar con mucho cuidado su contenido.
Pero, en el caso de haber contra propuesta laboral, también debemos examinar diversos factores de nuestra empresa actual, tal como el clima laboral, si existe inestabilidad en el trabajo, confianza, etc.
Además, debemos ser sinceros con nosotros mismos y preguntarnos si de verdad valoran nuestro trabajo o es solamente una manera de retenernos, pues es más económico que nos quedemos a contratar y capacitar a un nuevo integrante.
También debemos ver nuestras oportunidades de crecimiento profesional. Si ya no hay más espacio para desarrollarse y en este nuevo rol que nos están ofreciendo, sí, la respuesta es clara y no deberíamos pensar en aceptar una contra oferta mínima.
Pero, si por el otro lado, nos ofrecen una alternativa viable para nuestro crecimiento laboral y profesional, no debemos dejar pasar esta oportunidad. Lo importante es que nos sintamos valorados.
Con esta información, ya sabemos qué es una contra propuesta laboral y la carta de oferta. Ahora podremos de analizar con cuidado y estratégicamente este tipo de documentos y elegir lo mejor para nuestro futuro laboral.
Valentina Vitar – Senior Associate Consultant en WHO&Co.
WHO&Co. – Consultora experta en el Desarrollo y la Gestión de Talentos (Hunting/Career Advisory)